PRODUCCIÓN ESCRITA PADRES DE FLIA.

Rosalba una niña muy juguetona
Había una vez una niña que se llamaba Rosalba, ella vivía en el campo con sus padres, era hija única, por eso le gustaba jugar con mariposas, coquitos y toda clase de animales inofensivos.
Un día que regresaba de la escuela iba jugando con unas mariposas cerca de una finca que tenía muchos árboles frutales y las mariposas volaron hasta uno de ellos, poniendo a Rosalba en aprietos pues tuvo que subir para bajarlas de allí.
Lo que Rosalba no sabía era que en esa finca había perros muy bravos que al escuchar sus risas empezaron a ladrar y llegaron donde estaba la niña.
Muy asustada pidió auxilio. Inmediatamente el dueño de la finca salió para ver qué pasaba y encontró a Rosalba subida en un manzano y le dijo:
       -          ¿Por qué se está robando las manzanas?... 
Ella trató de explicar pero el señor muy furioso la amenazó con llamar a su mamá para que respondiera por los actos de su hija. Cuando la mamá llegó le preguntó a la niña:
      -          ¿Por qué te metiste a la finca bajar manzanas?... Si yo te he dicho que robar es muy malo. Asustada contestó:
       -          ¡Mamá yo no he robado nada, me subí al manzano porque venía jugando con unas mariposas!
La madre de Rosalba le explicó al finquero que la niña jugaba con los animales especialmente con las mariposas y por eso se había subido al manzano.
Después de mucho explicarle y contarle que por ser tan juguetona y traviesa se había metido en varios problemas, finalmente el finquero entendió que Rosalba era una niña diferente a las demás. Le regaló tres manzanas y ella prometió ser más cuidadosa cuando jugara.
Autor:
CARMENZA CARRILLO
Madre de Flia. Escuela el Duende

EL REGRESO DE MARIELA A LA ESCUELA
Había una vez una niña llamada Mariela, de ojos verdes, blanca, cabello mono, flaca, alta que vivía con sus padres en un lejano pueblo, y ella quería estudiar. Entonces la matricularon en el colegio que quedaba más cerca, hasta que llegó el gran día: “el regreso de Mariela a la escuela”. Este día fue el mejor de su vida, todos sus compañeros la recibieron con gran alegría. Mariela, estaba muy feliz, ya que se había cumplido lo que ella tanto había soñado: estudiar y aprender cosas nuevas.
 Pero no todo era como en los cuentos de hadas. Mariela, no le simpatizaba a Juana una de sus compañeras. Ella la humillaba y trataba muy mal, hasta que un día Juana se cayó y la única que le brindó ayuda fue Mariela.  Desde ese gran día se volvieron muy buenas amigas compartiendo todos los días, aventuras, sueños y muchas cosas más. Mariela y Juana, eran como hermanas, no podía vivir la una sin la otra. Después de haber sido enemigas, ahora eran las mejores amigas.
Autor: ANGELA PEREZ POVEDA
Madre de flia Escuela el Duende.


NADIE SUPO COMO FUE PERO EL BARCO SE HUNDIO
En un lejano lugar, vivía una familia muy humilde, pero con mucha sabiduría. La conformaban juan, Enriqueta y sus hijos: Luis, Zoraida y Melisa quienes eran unos niños muy soñadores.
Luisito desde que tuvo uso de razón soñaba conocer los barcos. Su padre por ser un humilde campesino no podía cumplir sus metas.
Siendo un joven, Luis se dirigió a la ciudad en busca de un trabajo, con tan buena suerte que conoció a un señor adinerado de un corazón grande y bondadoso que le ofreció su ayuda.
Trabajó, estudió y un día cualquiera, Luis salió de su casa, sin percatarse de un retén  de militares que pedía documentos de identidad. En contados instantes fue reclutado para el servicio militar pero como era joven y preparado, salió apto para la infantería de marina, donde continuó con mucho empeño y esfuerzo.
Lo llevaron al océano, su gran fantasía. Había un barco muy bonito fabricado con toda la tecnología, convirtiéndose en la tentación mayor para Luis. Parado junto a él, soñaba despierto el día que pudiese zarpar rumbo al gran encuentro con el océano.
Aquel gigante del mar era muy afamado por su seguridad y elegancia, conducido por un capitán de mucha experiencia, viajaba por distintos lugares de mundo.
Un día, Luis y sus compañeros recibieron la noticia que los iban a trasladar de lugar hacia una isla y que lo harían en aquel elegante barco. Sintió una gran emoción porque su sueño estaba a punto de realizarse, y contento gritaba de alegría.
Emprendieron viaje y muy lejos de su partida el barco empezó a llenarse de agua. Las personas corrían a colocarse los chalecos salvavidas y se lanzaban al agua. No se supo de ellas en el instante, el barco se hundió en pocos minutos y fueron muchos los muertos producto de la tragedia.
Nadie supo cómo ocurrió y todo el mundo pedía explicaciones. Después de algunos meses, lograron rescatar el barco y todo mundo especulaba acerca de la situación ya que el barco no contaba con ninguna imperfección. Lo remolcaron hasta el lugar de su última partida donde permaneció por muchos años. Todos veían un letrero grande por uno de los lados que decía: “Este fue el barco hundido que ha despertado más curiosidad en la  en la historia de la navegación marítima”.
Un día, apareció un señor en aquel lugar y todas las personas que allí vivían lo miraban como conocido. El muy emocionado comentó su asombrosa  aventura y le dio gracias a Dios por darle una oportunidad más, junto a aquel gigante que le permitió cumplir su sueño de ser marinero.
Prometió ante los ojos de quienes le miraban y escuchaban su historia, nunca separarse de él.
Ahora todos saben que Luis fue el único sobreviviente de la tragedia que marcó la historia de la navegación en aquel lugar.
Autor: ELIZA GUERRA PEREZ
Madre de Flia. Escuela el Duende.



EL NIÑO TRISTE QUE ENCONTRÓ ALEGRIA EN SU PEQUEÑA TORTUGA.
Esto que les voy a contar sucedió en un pueblito llamado Aguas Frías, donde vivía la familia Parra Amado, una familia muy unida integrada por don José, doña Ofelia y sus dos hijos Marcia y Ángel José.
Don José, era el alcalde de Aguas Frías, y se jactaba contándole a todo el mundo que lo más bonito de aquel pueblo era el caudaloso río que pasaba junto al caserío, aunque todo el que entraba allí lo conocía debido a que solo había una forma de llegar y tenía que ver con atravesar, un puente colgante fabricado en guadua y tendido sobre el susodicho río.
Una tarde fría y oscura de tormenta, don José regresaba de una vereda, y cuando llegó al puente, un fuerte viento lo derribó cayendo de un solo golpe al río. Lamentablemente, don José murió.
Pasada la tormenta, el niño Ángel José  se encontraba en la ventana esperando a que llegara su padre, pero su asombro fue muy grande al ver llegar un policía a su casa. Con voz un poco opaca, le comentó a doña Ofelia el suceso trágico que desde ese momento enlutaría  una de las familias más respetadas de aquel lugar.
Ángel escucho el relato y no pudo contener el llanto. Reflexionó y se sintió culpable porque dos días atrás había cumplido años y le había pedido a su padre una tortuga. Dicho y hecho, su padre había salido hacia aquella vereda con el ánimo de conseguir tan preciado regalo para su hijo.
Unas semanas después, Ángel José aún no iba a la escuela, ni jugaba con sus amigos. La pasaba angustiado y llorando. Marcia al verlo tan triste, lo invitó al río.
       -          ¡Te sentirás mejor! Le murmuró al oído.
Se fueron, y al llegar Ángel quien estaba muy cansado, se sentó en una piedra pequeña. De pronto sintió que la piedra e movía y pensó que solo era su imaginación. Pero la piedra se movió más fuerte y lo hizo caer. Estupefacto miró y se dio cuenta que era una tortuga pequeña. Al verle los ojos encontró que aquella mirada era como la de su padre, tierna y compasiva. La tomó, y la llevó a su casa y le dijo a doña Ofelia que él la quería como mascota. Doña Ofelia al verlo tan feliz le dijo que sí pero tenía que averiguar cómo se debían cuidar y alimentar.
Ángel José, buscó información en libros, internet y con los campesinos para cuidar bien a la tortuga. Al cabo de poco tiempo sentía tanto cariño por ella que se convirtió en su amiga inseparable. La cuidaba, la consentía y recordaba en aquel pequeño animalito que la alegría de su padre no debía desaparecer de su vida. Así fue que Ángel cambió su tristeza por alegría gracias a su pequeña tortuga.
Autor: CARMENZA CARRILLO
Madre de Flia. Escuela el Duende.


MARGARITA Y SU LIBRO DE AVENTURAS.
En una hermosa mañana cuando apenas empezaba a salir el sol, despertó Margarita llena de entusiasmo, y después de tomar una refrescante ducha se dirigió a la biblioteca en busca de su libro favorito de aventuras. Pero, sorprendida quedó al ver que no se hallaba en su respectivo sitio. Margarita un poco molesta decidió dirigirse a cada uno de los habitantes de la casa, pero nadie le daba razón. Con tristeza, se preguntaba una y otra vez dónde podía estar aquella obra tan maravillosa que le alegraba la vida, pues cada vez que lo leía sentía que la transportaba a un mundo lleno de fantasías propias de su niñez.
Después de tanto pensar y pensar, recordó que la última vez que lo tuvo en sus manos fue en aquella noche fría mientras la nieve caía fuera de la ventana de su alcoba. A media luz sus ojos se entrecerraban y optó por colocar este debajo de la almohada olvidando dejarlo al siguiente día en el lugar donde siempre lo colocaba.
Fue, levantó la almohada y lo miró con tanta ternura que recordó el momento tan especial cuando su profesor la abrazó y le dijo:
     -          Sé que este será un regalo especial. Le dio un beso en la mejilla y le musitó al oído que la lectura es una puerta abierta al conocimiento.
Margarita prometió desde ese día, cargar consigo el libro a todas partes y nunca abandonar la lectura como medio de diversión y adquisición de conocimientos.
Autor: MARCELA VELASQUEZ
Madre de Flia. Escuela el Duende.

LA RISA MAGICA DE MARIELA
En un pueblito muy lindo por sus habitantes y su hermoso paisaje, vivía una joven llamada Mariela junto a su madre, porque su padre nunca supo quién fue ni donde andaba.
Todos en el pueblito la querían, era una joven muy alegre y le gustaban las fiestas.  Era muy aficionada a bailar, gozaba mucho de aquellos momentos ya que era muy espontánea, risueña y contagiaba fácilmente a las personas.
Una noche la invitaron a una reunión en las afueras del pueblo con motivo  de un cumpleaños. Mariela, encantada salió feliz para la fiesta donde había mucho trago, comida, baile y mucha gente. Entre ellos estaba un atractivo hombre quien empezó a mirarla con mucho agrado.
Mariela, quien nunca se había enamorado se fijó en el muchacho sin saber quién  era, ni de dónde. Se acercó y entablaron una larga conversación, cediendo a sus atenciones.  Al poco tiempo, le bridó a Mariela un trago. Inicialmente Mariela resistió pero la tentación y la insistencia del muchacho la llevaron a aceptar.  Al poco tiempo, Mariela se encontraba tomada. Bailaba desaforadamente, se reía y todos le aplaudían.
Siendo las dos de la mañana, Mariela decidió salir de la rumba para irse a su casa. Desde luego, su admirador se ofreció para acercarla en su automóvil y Mariela aceptó.
La madre de la chica la esperaba ansiosa en casa. Se llegó el día siguiente y Mariela no aparecía. Entonces desesperada, corrió a buscarla en aquel lugar donde ocurrió la fiesta. Le comentaros los sucesos. La madre acongojada, emprendió la búsqueda. El pueblo y sus habitantes, lamentaban también el hecho.
Todos rezaban por la suerte de Mariela y muy consternados decidieron celebrar una misa en su nombre, a la cual acudieron vecinos y familiares. Después de este evento, salieron por las calles sorprendiéndolos una muchacha con las características de Mariela, cuyo vestido, ahora estaba hecho de perlas relucientes, y de una hermosura sinigual. Ella los miraba con mucha ternura, su mamá quiso dirigirse hacia ella pero en un momento la joven desapareció convirtiéndose en una luz muy blanca y brillante, parecía una estrella grande que cada vez se iba alejando más y más hasta perderse de vista. Dicen que desde ese día, cuando en aquel pueblo cae la noche, se escucha la risa mágica de Mariela, de quien no queda ninguna pista, solo el recuerdo de su alegría.
Autor:
ELIZA GUERRA PEREZ
Madre de Flia. Escuela el Duende

UNA LLAMADA TELEFONICA EN LA MADRUGADA.
Había una vez un niño muy cariñoso, hijo único con el infortunio de padecer  una enfermedad muy grave. Vivía con sus padres Samuel y Rosa y se llamaba Jesús.
A pesar de su penosa enfermedad, Jesús disfrutaba ir a la escuela a estudiar. A su madre le costaba mucho esfuerzo no llorar cada vez que lo despedía.
Un día que Jesús se alistaba para ir a estudiar, le dio un dolor muy fuerte en la cabeza, no soportó y se desmayó. La madre angustiada corrió a buscar al papá y se lo llevaron de inmediato a la clínica. Los médicos lo pasaron por urgencias y Samuel y Rosa se dirigieron a la capilla que había en el centro médico para pedirle a Diosito que por favor curara a su hijo de esa enfermedad que estaba acabando con su vida. De repente, los llamaron de la enfermería y les dijeron que el niño tenía que ser operado pronto pero que estaba muy débil y tenían que esperar unos días más para que recuperara los ánimos.
      -          Es mejor que se vayan a descansar a su casa. Aconsejó la enfermera.
Con mucha tristeza salieron de la clínica hacia su casa. Llegaron, se recostaron pero no podían dormir, llegó la madrugada y de pronto sonó el teléfono. Era el doctor que atendía a su hijo quien tomó la palabra para decirles que el niño se había agravado y tenían que hacer la cirugía lo más pronto posible. Samuel y Rosa, salieron de inmediato para dar la autorización. Llegaron en el menor tiempo posible y escucharon del médico las palabras más tormentosas de sus vida:
       -          ¡Solo un milagro podrá salvarlo!
Samuel y Rosa se tomaron de las manos e hicieron a Dios una promesa: “ayudar a los niños más pobres y enfermos”.
A las pocas horas, el médico que realizó la cirugía salió de quirófano y les dijo:
      -          ¡El procedimiento fue un éxito, ahora hay que esperar la recuperación!
Dos semana después, Jesús salía de la clínica junto con sus padres en plena dicha y felicidad. Los tres decidieron a partir de ese día disfrutar a plenitud su compañía.  Ahora todo mundo los ve andando siempre juntos y regalando sonrisas por doquier.
Autor:
NANCY JOHANNA PIMIENTO CHAPARRO
Madre de familia escuela el Duende

UNA AVENTURA EN UN RIO PROFUNDO
Quiero contar la historia de un lindo pez llamado Pife. Era un pez muy hermoso así decían sus padres Tifa y Boni. Ellos vivían en el profundo río manso llamado así porque se veía muy tranquilo, lleno de muchos peces diferentes, grandes, pequeños y de muchos colores. Todo era armonía y felicidad para ellos.
Cierta noche Pife estaba jugando con sus amigos cundo de pronto vieron una extraña luz que apareció de la nada, era algo muy raro para ellos, nunca habían visto algo semejante. Era la luz de una embarcación de pescadores. De pronto, algo cayó a la profundidad. Era una red. Pife salió muy asustado en busca de sus padres pero cuando llegó a su hogar, todo estaba destruido. Pife desesperado salió a llamar a sus padres pero nadó y nadó en busca de ellos y todo fue inútil. De pronto se encontró con un amigo que al verlo tan triste le preguntó qué le pasaba. El cabizbajo respondió que sus padres habían desaparecido y no sabía que había pasado con ellos; vino una luz extraña y de pronto cayó una cosa rara sobre nuestro hogar y desaparecieron…
No estés triste, contestó el amigo. -  Pife, quiero que vengas conmigo a un lugar donde nuestras familias se reúnen en caso de un suceso inesperado, lo llaman el refugio. Pife se puso muy feliz pues tenía la esperanza de que estuvieran con vida. Llegaron al refugio y tal fue la sorpresa para Pife, se llenó de alegría cuando vio a sus padres que estaban con vida, los abrazó y les prometió que siempre iba a estar con ellos y pasara lo que pasara, nunca se separaría de su lado. Volvieron a su hogar y cuentan que siguieron tan felices como siempre.
Autor: NANCY JOHANNA PIMIENTO CHAPARRO
Madre de familia escuela el Duende

UNA TARDE EN EL BOSQUE
Había una vez una familia numerosa que vivía junto a un lago y un bosque muy hermoso, pero nunca le quedaba tiempo de admirarlo. Su padre siempre salía a las siete y llegaba muy oscuro, su madre, ocupada en los quehaceres de la casa, los niños en sus estudios y el niño menor siempre sentado en un corral junto a una ventanita muy pequeña que dejaba ver la inmensidad  verde.
Los meses pasaron y el niño crecía y crecía, Junto a él la curiosidad de visitar el bosque.
Un día, el niño ya grande, en vez de ir a estudiar y ante el descuido de sus padres se escapaba toda la mañana a jugar al lago y al bosque, el cual escondía muchos animales, plantas y lugares que llamaban a una aventura a escondidas. Desde luego el padre y la madre se dieron cuenta de lo que el niño hacía pero en vez de recriminarle, decidieron seguirlo y vigilarlo para ver cuáles eran sus actividades. Quedaron asombrados de la maravilla que tenían al frente, el niño llevaba de comer a un pequeño cordero que no podía levantarse pues tenía un pie dañado. Reflexionaron, y se dieron cuenta que allí también se podía aprender.
Desde ese momento, se pusieron de acuerdo y decidieron dedicar un día de descanso para toda la familia. En ese espacio, aprovechaban y se internaban en el bosque, jugaban juntos y disfrutaban  hasta oscurecer.
Autor: HEIBBY RUEDA
Madre de familia escuela el Duende

MARLON EL CUERVO QUE OCASIONO EL ACCIDENTE EN EL AVION
En una inmensa montaña se reproducían muchos animales de distintas características, algunos muy grandes, otros pequeños; algunos voladores, otros terrestres, en fin todos tenían su hábitat en aquella hermosa montaña.
Un día, unas personas sin escrúpulos visitaron el sitio y sin pensar en cuanto daño podrían causar, decidieron talar cuanto árbol encontraran en el camino. Una vez habían destruido todo junto a su paso, llegaron a un paraje donde las enormes piedras albergaban a un animalito de color blanco. Se trataba de un polluelo de cuervo, quien se encontraba en aprietos debido impacto que habían causado aquellos desconsiderados hombres.
Ezequiel, uno de los trabajadores y detractores del sitio, decidió llevarlo a su casa. Allí lo cuidó y lo alimentó, colocándole por nombre Marlon. Al principio fue una lucha porque el pequeño cuervo no lograba adaptarse a aquel raro sitio, pero con el tiempo se fue acostumbrando y creció hasta ser un adulto. Sus huéspedes, lo habían enseñado a estar en libertad. Salía, volaba, e inspeccionaba los alrededores y regresaba a casa.
Un día, Ezequiel y su familia salieron de vacaciones olvidándose de su mascota que ya era un integrante más. Solo por muchos días, y ante el acoso del hambre y la sed emprendió vuelo en busca de su propio destino sin percatarse de que una oscura nube cubría el paisaje. De repente, en medio de la oscuridad se vio muy cerca de un avión del que no pudo escapar.
El astuto cuervo entró por una ventanilla ocasionando pánico entre los pasajeros. Fue tan terrible lo que sucedió en adelante que la tripulación no pudo estabilizar la nave e hizo que el avión se precipitara a tierra. Para sorpresa de todos, el avión cayó precisamente en la montaña de donde marlon había sido sacado siendo un polluelo. No hubo muertes de ningún pasajero ni siquiera de marlon quien se sintió por primera vez libre como el viento, y levantando  sus alas nuevamente inició su vuelo perdiéndose en la inmensidad.
Autor: ELIZA GUERRA PEREZ
Madre de familia escuela el Duende.

LA MIEL ESTABA ENVENENADA
Adaptación cuento
Había una vez tres amigos que se llamaban, Juan, Antonio y Luis. Juan tenía un hijo y vivía con su esposa, Antonio estaba recién casado y Luis tenía cuatro hijos y vivía con su esposa. Juntos, vivían en un pueblo con pocas posibilidades de trabajo.
Un día los tres salieron en busca de ocupación. Caminaron por cinco días hasta que llegaron a una hacienda que tenía muchos cultivos. Allí vivía un anciano al que le pidieron trabajo. El anciano les dijo que por tres meses los necesitaba, mientras pasaba la cosecha, pero con la condición que se irían uno por uno y por un camino más lejano.
Pasados los tres meses, Juan le dijo al anciano que él era el primero que se iba. Entonces el anciano lo llamó a solas y le dijo:
-              ¿Qué quieres una propina o un consejo?
Juan sin pensarlo le dijo:
-          ¡La propina!
El anciano le pagó y Juan se fue. Llevaba caminando cerca de seis día cuando llegó a una casa, y entró para descansar. Al anochecer, cuando se sentaron a la mesa a cenar hubo algo que impactó a Juan: una criada llevó  a una muchacha amarrada con una cadena y muy flaca porque la comida que le daban eran los huesos y las sobras de la mesa.
Juan asombrado le preguntó al dueño de la casa por qué hacía eso y el dueño le dijo que era un castigo porque dos años atrás la habían mandado a vender la miel pero ella se fue a bailar y como lo había desobedecido, la castigó, y desde ese día había hecho una promesa. Juan le preguntó:
-          ¿cuál fue la promesa?... pero él le dijo: - ¡cómete primero el postre y luego te cuento!
Le dijo a la criada que le trajera la miel, le echó una cucharada al postre de Juan. Cuando este se comió el postre, cayó al piso. Se sentía muy mal. El dueño de la casa se le acercó y le dijo con voz irónica: “la miel estaba envenenada” y Juan murió.
Mientras tanto Antonio le dijo al anciano:
-          “yo soy el próximo en irme”. El anciano le hizo las mismas preguntas que Juan. Antonio eligió nuevamente la propina. El anciano sin mucha espera sacó de su bolsillo algún dinero y se lo entregó.
Inició su recorrido teniendo la misma suerte de Juan.
Llegó el momento de Luis partir. El anciano hizo las mismas preguntas, pero esta vez la respuesta fue diferente: “Luis prefirió el consejo”. Entonces el anciano le dijo:
-          ¡Vea lo que vea en el camino no preguntes nada y podrás pasar si ningún contratiempo!
Le pagó los meses trabajados y le dio un pan. Luego le dijo:
-          ¡Cuando llegues a tu casa pártalo y comételo con tus hijos y tu esposa!
Así fue que Luis inició su recorrido. Al llegar a la casa donde habían llegado Juan y Antonio al momento de la cena paso lo mismo, llevaron la muchacha amarrada con la cadena. Luis asombrado comió sin preguntar nada y se fue a dormir. Al día siguiente, el dueño de la casa lo despertó muy temprano para contarle la historia pero también le dijo de la promesa que levantaría el castigo cuando llegara alguien que no preguntara nada. Entonces mandó a unas criadas que le quitaran las cadenas, la bañaran y vistieran a la joven muchacha y mandó servir un banquete.
Pasado esto, Luis siguió su camino. Al llegar a su casa lo esperaban su esposa y sus hijos. Al partir el pan que el anciano le había dado estaba lleno de monedas de oro. Nunca volvieron a pasar tantas necesidades.  
Por eso es más valioso un consejo que toda la riqueza del mundo o en este caso una propina.
Autor: CARMENZA CARRILLO
Madre de familia escuela el Duende.

EL PROBLEMA NO SE RESOLVIO DE LA MEJOR MANERA
En un pueblo muy lejano vivía una familia conformada por Sofía y José con sus hijos Fernando y Laura. Ellos vivían muy tranquilos en aquel apacible lugar lleno de frondosos árboles que teñían el horizonte de verde esmeralda.
Una tarde fresca y alegre llegaron unos hombres armados que los acusaron de ser informantes del gobierno. José, en tono defensivo les dijo:
-          ¡Yo soy  quien buscan, dejen a mis hijos y esposa en paz!
Ellos le dijeron a Sofía que se fuera con sus hijos. Sofía salió corriendo sin mirar atrás, solo se escuchaban insultos y posteriormente algunos disparos.
Fernando entre asustado y furibundo miró hacia atrás y vio como su padre caía lentamente al suelo. Le temblaban las manos, le rechinaban los dientes, le brotaron lágrimas y en medio de la soberbia solo sintió impotencia de no poder ayudar a su padre.
Pocos días después llegaron a una ciudad pero nadie los ayudó. Todo el mundo pareciera ignorar por completo el dolor que embargaba aquellos humildes corazones, quienes debieron abrirse paso por si solos, lejos de su querido terruño.
Con el correr de los años  Fernando se encontró con uno de los que había matado su padre. Recordó todo lo que habían pasado tras su muerte; hambre, dormir en la calle, días y noches al amparo del sol y de la lluvia, sentir el peso de la impunidad, etc. Finalmente decidió tomar la justicia por sus propias manos. Se abalanzó hacia aquel hombre dándole golpes hasta matarlo.
Cuando le avisaron a Sofía Fernando se encontraba detenido. Sin embargo su hermana que había logrado estudiar, le prometió ayudarlo para que no fuera a la cárcel, pero todo fue en vano  pues lo condenaron a quince años de prisión.
Sofía llorando le dijo a su hijo:
-          ¡Fernando: la justicia de Dios llega, tú no debiste hacer esto de esa manera. “la violencia no resuelve los problemas, por el contrario trae más violencia”!
De esta manera terminó la familia de José y Sofía quienes un día decidieron unir sus vidas en miras a formar un hogar feliz regido por los buenos principios, pero el destino cruel cambió para siempre sus planes.
Autor: ANGELA PEREZ POVEDA
Madre de familia escuela el Duende.

MARTHA LA LECHUGUINA GRACIOSA
VERSIÓN 2
Hace mucho tiempo en un reino muy lejano vivía una encantadora jovencita con un cabello muy hermoso cuyo color era como el sol, era muy largo y sus trenzas enrolladas parecían una lechuga. Martha era muy hermosa y graciosa y todos en el castillo la respetaban y amaban pero su madrasta la reina trataba de hacerle la vida imposible y sobre todo la envidiaba porque era más hermosa y su cabello era  tan largo como los rayos del sol. Martha extrañaba mucho a su padre David quien murió después de una penosa enfermedad. Entonces la madrasta quedó a cargo de ella y desde ese tiempo todo cambió, pues la reina la puso como una más de sus empleadas.
El tiempo fue pasando hasta que un día la reina la mandó a llamar y notó que era la más hermosa jovencita, que se había convertido en una linda mujer con su maravilloso cabello. Entonces sintió rabia, celos y desesperada cogió una antorcha y se la lanzó a su cabello. Martha trató de apagar las llamas y lo último que hizo fue lanzarse al estanque. Cuando salió, la malvada reina se reía y le dijo que no quería verla más en el castillo. Desde luego no había más que hacer que obedecer. Martha se fue para el bosque, allí conoció muchos animales, vivió con ellos y disfrutaba cada momento junto a todos los seres vivientes en aquel hermoso lugar.
Un día en que había decidido dar un paseo por el inmenso bosque, llegó a un castillo. Se dirigió con cautela hacia aquel misterioso lugar. Muy pronto vio salir de allí al rey. Este era muy joven. El rey al verla quedó estupefacto por la belleza de Martha. De inmediato notó que era la mujer de su vida y se la llevó al castillo.   
Pasado un tiempo se casaron y Martha era muy feliz porque había encontrado el amor de su vida. Todos los días dedicaba parte de su tiempo a mantener pulcro y aseado su preciado cabello, tejiendo con mucha calma sus trenzas esplendidas y colosales que lucía como lechugas.
Autor: NANCY JOHANNA PIMIENTO CHAPARRO
Madre de familia escuela el Duende

PERDIDOS EN LA SELVA
Había una vez una pareja de esposos recién casados, ella se llamaba Inés y él se llamaba Luis. Ellos decidieron irse de luna de miel porque sus padres le regalaron un viaje para México. La pareja de esposos estaban muy felices porque querían conocer la virgen de Guadalupe. Terminada la fiesta de la boda, Luis e Inés se fueron al aeropuerto y recogieron sus boletos y viajaron. Todo iba muy bien hasta cuando el avión empezó a fallar. De una de sus turbinas salía humo, los pasajeros de inmediato se alteraron, cuando de pronto el avión se precipitó y cayó en una espesa selva. Todos los tripulantes del avión estaban heridos a excepción del piloto y su compañero quienes murieron. Inés y Luis estaban con heridas leves, pero gracias a Dios podían caminar y entonces empezaron a buscar ayuda. En un acto de devoción, Inés se arrodilló a su virgencita y le pidió que por favor los guiara por el camino correcto.
Pasaron días y ellos  estaban sin alientos, con hambre y sus heridas se estaban infectando. Luis por su parte trataba de cazar y pescar pero era muy difícil porque nunca había hecho algo semejante. Se llegó otra noche. Buscaron una cueva para poder dormir pero antes los dos oraron y le pidieron perdón a Dios por sus pecados o errores y sobre todos le pidieron que los ayudara a salir de esa espesa selva. Se durmieron y casi de inmediato Inés empezó a tener un sueño con la virgen de Guadalupe, era como si ella le indicara el camino en el sueño. Empezó a amanecer, se levantaron y comieron unas guayabas que tenía Inés. Ella le dijo a Luis  que tomaran otro rumbo y así fue empezaron a caminar y encontraron un río en donde había unos pescadores. Ellos les ayudaron, los llevaron al hospital y dieron aviso a las autoridades en donde estaba el avión. Llegaron al lugar Y todo era triste, unos habían muerto, eran pocos los que quedaban con vida. Luis e Inés estaban tristes porque habían muerto algunos compañeros del accidente, pero gracias a Dios ellos tenían una segunda oportunidad para vivir.
Autor: NANCY JOHANNA PIMIENTO CHAPARRO
Madre de familia escuela el Duende

1 comentario:

  1. Buena por esa queridos padres. Si queremos que nuestros niños sean buenos escritores y lectores, nada mejor que darles ejemplo.

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